
Salud Mental: 7 Hábitos para el cuidado diario
diciembre 28, 2020
Entrevista Cadena SER Radio Elda: Nerea Rodríguez, psicóloga clínica Hospital Elda
febrero 9, 2021V
ivimos tiempos en los que la competitividad, la multitarea y el reconocimiento nos dificultan aprender a parar y se han convertido, además de en una forma de vida, en los nuevos valores sociales. En la actualidad parar significa no ser productivos y perder el tiempo. Desde mi más absoluto desacuerdo con este alienante modo de vivir, hoy quiero contarte en qué consiste el concepto de parar que quiero transmitirte y qué beneficios tiene para tu salud mental y bienestar emocional.
Primera parada: confinamiento
Me gustaría preguntarte cómo viviste la “parada” obligatoria que supuso el confinamiento de Marzo debido al Coronavirus. Yo he escuchado de todo, desde personas que trabajaron más que nunca porque “total, que voy a hacer si no”, a otros que dijeron “¡horror!, ahora qué hago con todo este tiempo”, pasando por personas que de repente sintieron la liberación de no tener que hacer, que llegar o que salir. Yo misma sentí la liberación de no tener que tomar ciertas decisiones, ya que venían impuestas desde fuera.
En mi artículo “Efectos psicológicos del Coronavirus: Trauma, duelo y oportunidad”, ya hablé de las cosas tan interesantes que ocurrieron durante el confinamiento por la necesidad de aprender a parar, sin embargo, hoy quiero contextualizar esto de parar en nuestra vida cotidiana, esa en la que nos exprimimos para dar lo mejor de nosotros, optimizando el tiempo y haciendo cuanto más mejor, porque así somos más productivos y más cerca estamos de nuestros objetivos, aún a costa de quedarnos secos como pasas.
Algo tan sencillo como parar a tiempo antes de llegar a nuestro límite, nos cuesta porque estamos demasiado ocupados para darnos cuenta de cómo estamos y qué necesitamos, otras veces somos conscientes, pero no nos lo permitimos.
Me encanta esa fábula en la que el leñador nunca para a afilar el hacha porque tiene mucha leña que cortar, ¡qué locura!, ¿no? Pues así nos va, somos nuestra principal herramienta, pero nos cuidamos poco porque no tenemos tiempo.
Qué es saber parar
Tranquilidad, no tengo ninguna intención de decirte que reduzcas tu actividad, si eres una persona activa, seguro disfrutarás de un alto nivel de actividad. Además, gran parte de nuestra actividad es mental, más agotadora, por cierto, que la física, generando incluso una serie de hábitos perjudiciales para nuestra salud física y mental. Con el término aprender a parar me refiero a:
Saber parar es salir del modo productividad
Me atrevería a decir que casi todo cuanto hacemos, es para algo, orientado a un fin y a un resultado: ser productivo. Esto es lo que arrastramos desde la revolución industrial a partir de la cual la máxima es “tanto haces, tanto vales”, llegando a equiparar nuestro valor como personas con nuestros logros. Muchos de los problemas de autoestima y síntomas de ansiedad que me encuentro en mi trabajo tienen que ver precisamente con no cumplir con las expectativas de un entorno social y laboral cada vez más exigente y demandante.
Así que permítete hacer simplemente porque sí, porque te apetece, porque te gusta, porque lo disfrutas, sin necesidad de que sea para algo.

Implica salir del piloto automático
Movidos por la inercia del día a día, vamos en piloto automático, absorbidos por la mente y desconectados de nuestros sentidos e incluso de las sensaciones de nuestro cuerpo aquí y ahora, perdiendo así gran parte de nuestra sabiduría natural.
Fruto de esto, nos perdemos a nosotros mismos, no sabemos qué nos pasa o qué necesitamos, y nos movemos por la vida reaccionando, sin tener un espacio de libertad interior para decidir cómo responder ante las adversidades.

Aprender a parar significa salir de tu mente
Salirte del ruido mental para volver al aquí-ahora. Si crees que tu mente es tuya, te equivocas. Es ella quien nos lleva de un lugar a otro, siempre hacia el futuro o hacia el pasado, sometiéndonos a la tiranía de no saber parar nunca en el presente, el único lugar en el que nos calmamos y donde transcurre la vida de verdad.
Nos somete a vivir anticipando todos los posibles futuros, con el estrés que esto genera, ¿verdad?; o nos deja enganchados a sucesos pasados que ni podemos cambiar, ni volverán. Por esto:
Salir del modo mental es aterrizar en el presente, es parar en nosotros, es APRENDER A PARAR para entrar en nuestra vida.
Implica ponerte un límite
Las tareas y actividades en el día a día pueden ser infinitas, siempre hay algo que se puede hacer, si no surgirá. Por eso, si queremos aprender a parar, es importante que pactemos con nosotros mismos hasta dónde y hasta cuándo, de lo contrario, nos veremos arrastrados por las circunstancias y con sensación de no tener capacidad de decisión sobre nuestro tiempo.
5 Beneficios de aprender a parar a tiempo
Mejora tu regulación emocional
Cualquier emoción que sentimos, tanto las positivas, como las que erróneamente llamamos negativas, nos induce a hacer algo. Por ejemplo, el enfado nos dice que tenemos que poner un límite a algo o a alguien ¡¡DE MANERA URGENTE!!
Como habrás experimentado, actuar en el calor del enfado no suele dar buen resultado, decimos cosas que no queremos decir y podemos ser agresivos.
En este caso PARAR será no dar ningún paso, ni tomar ninguna decisión hasta que la emoción se haya enfriado, lo cual, a pesar de lo que sentimos, nos permitirá decidir con mayor libertad y en base a nuestros principios, cómo queremos actuar. Por esto, aprender a parar es el primer peldaño imprescindible para alcanzar una buena gestión de nuestras emociones. Algún día te hablaré de los 7 peldaños del equilibrio emocional.
Aumenta tu capacidad de autocuidado.
Como consecuencia de estar más presentes nos liberamos de tendencias y hábitos tóxicos que tenemos automatizados, volviendo de esta forma a nosotros, el único lugar donde podremos encontrar respuestas. Sin ir más lejos, escuchar nuestro cuerpo, el lugar donde sentimos las emociones, es el lugar más auténtico a través del cual saber cómo estamos y qué necesitamos.
Aprendiendo a parar tomarás mejores decisiones.
Nada como estar presente en la realidad del aquí-ahora para ver con claridad, y con ello, tomar mejores decisiones. De esta forma somos más capaces de hacer los cambios necesarios o simplemente ACEPTAR aquello que, nos guste o no, es como es, deshaciéndonos de anhelos y expectativas insaciables que sólo nos traen sufrimiento.

Parar mejora tu autoestima
Dejar de estar atrapados por la mente, nos permite dejar de identificarnos con ella y con todos sus contenidos. Al igual que no somos lo que pensamos, ni lo que sentimos, tampoco somos lo que hacemos, y mucho menos somos lo que conseguimos.
Dejamos de identificarnos con nuestros logros y nuestra autoestima ya no depende de éstos, por lo que se vuelve más estable y menos vulnerable.
En los años que llevo en contacto con la filosofía de Mindfulness, siempre había leído cómo con la práctica de la meditación uno puede llegar a experimentarse así mismo en un modo ser en el que no hay que llegar a ningún sitio porque uno ya está, ya es, en lugar del modo hacer orientado a un propósito, en el que estamos casi constantemente. No fue hasta mi primer retiro en silencio durante un fin de semana, desconectada de la exigente vida cotidiana, que experimenté esta sensación de simplemente SER. No se puede explicar, sólo se puede experimentar, pero solo decirte que ¡fue liberador!
Aumenta tu calma mental.
Consecuencia de bajar la exigencia, quitar ruido mental, y habitar un presente mucho más sencillo que lo que la mente trajina, la mente se calma, apareciendo sensaciones de paz y de fluir con el devenir de la vida.
Concluyendo
Me gustaría seguir contándote, y la verdad que el cuerpo me pide darte algunas pautas o cómo se dice ahora, algunos tips, pero no quiero abusar de tu tiempo. Si has llegado con tu lectura hasta aquí, te felicito por haberte dedicado esta pausa para ti, un momento para nutrirte y reflexionar acerca de cómo acercarte a un mayor bienestar. Así que te espero por aquí otro día con esos tips o si lo necesitas, en los tiempos que corren te espero en mi terapia psicológica online y más…
Recuerda, no olvides afilar el hacha ?
¡Un abrazo!
6 Comments
Graaaacias como siempre, muy buen artículo, lo sabemos todos pero no lo ponemos en práctica hasta que alguien cercano con muy buen criterio, como es tu caso, te lo recuerda…. mañana me levantaré con esa meta en mi agenda…. y espero tenerlo muy presente durante algunas semanas… un beso!
Gracias a ti Alfonso por hacer siempre una parada para leer lo que comparto. Yo también me lo he propuesto como objetivo, a mí también me cuesta parar. Un beso enoooorme!!! 😉
Todos sabemos que debemos de parar, pero nunca vemos el momento. Qué fácil es pensarlo y lo difícil que es llevarlo a la práctica. Hasta que llega la naturaleza y nos obliga a parar, como ha sido el caso de la gran nevada histórica que estamos sufriendo en Madrid. Algo histórico, algo único que no sabrás si volverás a vivir. Ahí es cuando te das cuenta de lo que es lo importante y que «todo puede esperar».
La teoría de las 4 P’s: PARAR, PENSAR, PLANIFICAR y PASAR a la acción.
Grandísimo artículo Nerea. ¡Me encanta lo que cuentas y cómo escribes! Un placer
Gracias Jose Manuel!! Muy de acuerdo contigo, en la inercia del día a día dedicamos mucho tiempo y energía a cosas que realmente no son las importantes. Aprender a parar puede ser un buen ejercicio para darnos cuenta de esto, como lo fue la parada durante el confinamiento. Gracias de nuevo por tu comentario y espero leerte por aquí. Un abrazo!!
Excepcional artículo Nerea
Gracias Jose Manuel!!! Esto anima a seguir escribiendo. Un saludo.