Coronavirus: 10 Claves para tu higiene mental

n estos días no paro de oir hablar de aspectos que afectan a nuestra higiene mental, como una crisis económica y sanitaria debido al coronavirus, sin embargo, personalmente creo que estamos también ante una crisis social, ya que ha puesto en jaque nuestro estilo de vida y sistema de valores como sociedad que, por otra parte, quizás nos hacía falta.

De dónde partimos

S i bien no hay una relación directa entre el hecho de estar contagiados por el coronavirus y sufrir daños psicológicos (ver mi artículo sobre efectos psicológicos del Coronavirus), sí que en mayor o menor medida, y sin entrar a patologizar reacciones normales, nos estamos encontrando una afectación a nivel emocional.

Estemos contagiados o no, estamos viviendo una situación anómala sin precedentes que nos pone en una realidad frente a la que solemos vivir ajenos: SOMOS VULNERABLES DESDE QUE NACEMOS Y NADA ESTÁ BAJO CONTROL. Si a esto añadimos que no tenemos acotado las dimensiones del daño, se suma otro factor desestabilizador de nuestra salud mental, la incertidumbre. Por tanto, hablamos de una situación potencialmente estresante que pone en juego muchos de nuestros mecanismos de adaptación, ante una situación radicalmente nueva y desconocida.

Éste es el motivo por el que ya muchas personas, bien desde el confinamiento en sus casas, o bien los profesionales sanitarios que cada día nos enfrentamos a nuestras limitaciones y miedos, están presentando síntomas de ansiedad entre otros.

Higiene Mental: ¿Qué podemos hacer para lograrla?

P or todo esto y siempre confiando en la resiliencia del ser humano, como esa capacidad para hacer frente a las adversidades y salir fortalecido de ellas, quiero ofrecerte varios recursos que, estés teniendo o no síntomas de ansiedad, te ayudarán a proteger tu salud mental y afrontar mejor este momento:

1. Normaliza la ansiedad, el miedo y las preocupaciones que puedan aparecer. Estos días pueden aparecer muchas sensaciones y emociones desagradables. Si luchas contra el hecho de sentirlas estarás añadiendo un extra de sufrimiento innecesario. Estas emociones son necesarias para protegerte ante una amenaza real, no significan que estés fatal, ni que no puedas hacer frente a este momento. Sea lo que sea que estés sintiendo, ESTÁ BIEN.

2. No dejes que el miedo te avasalle. Una cosa es sentir miedo y otra diferente es que éste decida lo que haces o dejas de hacer. Te cuento un truco para lograr una higiene mental, si tus comportamientos tienen que ver con muchos: ¿”Y si tal, y si cual…”? es el miedo el que está gobernando sobre ti. En mi consulta de terapia psicológica me estoy encontrando con personas que empiezan a desarrollar conductas compulsivas de limpieza en base a todos los “y si…” posibles. Lavarse las manos una vez después de una situación de riesgo es adecuado, hacerlo 3 veces seguidas no. Esto lo único que puede hacer es aumentar el miedo y las compulsiones.

3. Desenfoca y Desinfoxícate. Ya que el coronavirus se ha colocado en el centro de nuestras vidas, es el momento de sitiar nuestro cerebro. Nuestra mente es como un jardín, según lo que dejes entrar crecerán flores preciosas o se llenará de malas hierbas. Por eso, lleva tu atención a todas esas áreas de tu vida que siguen estando ahí. Rodéate de información, personas, hábitos, conversaciones, etc… que te alimenten mental y espiritualmente.

4. Trae tu mente al presente. En este momento de incertidumbre, más que nunca, es importante entrenarnos en traer nuestra mente al aquí y ahora, el único lugar donde ésta se calma, ya que su naturaleza es vagabundear hacia al pasado, añorando y rumiando lo que ya pasó, o hacia el futuro anticipando y preocupándonos por lo que puede llegar, sometiéndonos de esta forma casi a un maltrato psicológico.

Para conseguir la higiene mental te propongo varios ejercicios:

-mientras realizas cualquier actividad cotidiana como lavarte los dientes, darte una ducha o mirar por la ventana, hazlo con todos tus sentidos, es decir, toma conciencia de la temperatura del agua que cae por tu cuerpo, del sabor de la pasta de dientes, de los colores y formas que hay a tu alrededor, en definitiva, sal de esa mente que tanto te puede llegar a enredar y aterriza en la realidad.

-presta atención a tu respiración y sensaciones corporales, ya que éstas son dos importantes anclas al momento presente. Mientras permanezcas en ellas, tu mente no te arrastrará tan fácilmente.

-practica meditaciones guiadas, son un entrenamiento formal de la atención plena. Podrás encontrar muchos audios en internet.

-sumérgete en esa actividad que tanto te gusta y que cuando estás en ella pierdes la noción del tiempo.

5. Recupera tu poder personal. Haz dos listas con tus preocupaciones, por un lado esas cuya resolución está en tus manos, y por otro, otra lista con las preocupaciones sobre las que no tienes ningún control. Hecho el ejercicio, centra tu tiempo y energía en la primera lista, de esta forma dejarás de derrochar una energía muy valiosa y tu percepción de eficacia crecerá. Además, en el momento que aceptes que hay cosas que son como son y dejes de intentar controlar lo incontrolable, tu segunda lista se reducirá notablemente.

6. Mantén una estructura de hábitos, desde los básicos de alimentación, sueño y ejercicio físico, hasta ocupacionales y de actividades agradables. Está más que demostrado que esto nos organiza internamente.

7. Conéctate con tus personas importantes. Me atrevería a decir que a pesar de estar cada uno en su casa, estamos más conectados que nunca, curioso ¿no? Pero me guardo mi reflexión personal para otro momento. Fuente de bienestar y desarrollo, los vínculos afectivos juegan un papel crucial en nuestras vidas, de ahí que desde el confinamiento, estén surgiendo de forma espontánea apoyos mutuos muy saludables entre nosotros.

8. Ventílate emocionalmente, igual que abrimos las ventanas de nuestra casa dejando que entre aire fresco, renovando así la energía. Si te sientes mal, sea lo que sea que estás sintiendo, permítetelo, TODO ES VÁLIDO. Compártelo con alguien de tu confianza, y recuerda que pedir ayuda es de fuertes. Si no, encuentra cuál es tu manera de soltar tensión y malestar sin hacerte daño.

9. Utiliza el sentido del humor y practica la gratitud. Personalmente doy gracias por haber mantenido el sentido del humor en situaciones de los más tristes y difíciles, si yo te contara. Así que sí, de buena tinta te digo que es posible. Te propongo que cada día tomes conciencia de algo por lo que sientas agradecimiento, te vas a sorprender.

10. Por último, y no menos importante, encuentra tu propio sentido a esta experiencia de humanidad compartida que estamos viviendo frente al coronavirus. Al fin y al cabo la vida es significado, si no, no es vida. Yo ya he encontrado mi propio significado que me gustaría compartir contigo en mi artículo «Psicología y Coronavirus: Los sanitarios no son héroes«.

En conclusión…

Si te das cuenta, todo lo que te propongo para lograr una higiene física y mental son recursos que estoy segura ya tienes. Centrarte en aquello que está en tus manos te ayudará a tomar las riendas de tu bienestar y tu malestar, porque ya que en medio de este maremoto no podemos evitar que el mar tenga olas, vamos a aprender a surfearlas.

Ánimo, sé que puedes!!!!!! En el caso que tengas cualquier tipo de dificultad o se te quede alguna pregunta sin responder, no dudes en escribirme a mi contacto de psicología clínica.