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i te fijas, vivimos en un mundo cada vez más complejo, en el que necesitamos tutoriales y manuales para desenvolvernos. Las relaciones de pareja también son complejas, sin embargo, las llevamos intuitivamente, con orientación y apoyos mínimos. A esto se suma que no estamos diseñados precisamente para el AMOR, de esto te hablaré más abajo. En definitiva, hacemos lo que buenamente podemos para estar bien en nuestra relación de pareja y resolver los problemas que surgen.
No te voy a sugerir una guía de pasos para ser feliz en pareja, no somos autómatas, además lo que le funciona a una pareja puede que a otra no le funcione. Pero sí quiero hablarte de algo que está en la base de toda pareja feliz, y para ello, antes debes saber cómo estamos conectadas las personas.
“Primitivos” y “Embajadores”. Dos sistemas nerviosos en interacción.
¿Sabías que cuándo compramos o hacemos una elección, por mucho que nos argumentemos, realmente lo hacemos por las emociones que nos provoca esa elección?
Lo mismo ocurre con nuestra elección de pareja, más influida por nuestra mente inconsciente que por preferencias racionales, tal y como explico en mi artículo “Tener pareja: ¿cómo eliges la tuya?”
De esta labor se encarga nuestro cerebro emocional, la parte subcortical, menos evolucionada que la llamada corteza cerebral, más desarrollada y especializada en analizar, razonar y planificar, a las cuales me voy a referir, tal y como hace Stan Tatkin, como los PRIMITIVOS y los EMBAJADORES.

La complejidad de las relaciones de pareja radica en que no están gobernadas precisamente por nuestra parte racional y consciente, nuestros EMBAJADORES, sino por nuestros PRIMITIVOS, esa parte de nuestro cerebro que de manera inconsciente, emocional y no verbal conserva la huella que dejaron nuestras primeras relaciones significativas, es decir, nuestra familia y posteriores experiencias de relación. Esto viene a decir que, de alguna forma, estamos condicionados por nuestra historia a vivir las relaciones de una determinada manera. La buena noticia es que tomar conciencia de esta influencia del pasado puede cambiar las cosas.
Cuando nos relacionamos con otros, y especialmente con nuestra pareja, lo hacemos desde un lugar de nuestro cerebro que nada tiene que ver con lo racional y analítico, por contra, lo hacemos desde nuestra vertiente irracional, emotiva y primitiva, que busca la seguridad y sobrevivir, causando a veces estragos en la relación.
¿Te cuadra esto con la cantidad de veces que en nuestra relación nos sentimos heridos o atacamos sin más, sin entender de motivos?
Relaciones de pareja: nuestra historia personal
Según nuestra historia personal y la forma que hemos tenido de vincularnos afectivamente a nuestras figuras importantes de apego, nuestro cerebro se programa de una determinada manera, que influye en cómo nos relacionamos en la edad adulta con nuestra pareja.
Esto hace que algunas personas se sientan seguras en sus relaciones y otras no, permaneciendo distantes o albergando ambivalencia hacia la relación. Así que cuando tenemos problemas de pareja, buscamos razones y generamos una serie de teorías racionales que, por lo general, son falsas.
Si entendemos la relación de pareja a la luz de los hallazgos de la neurociencia, tal y como apunta Stan Tatkin en su modelo psicobiológico de Terapia de Pareja, podemos ver la relación de pareja como dos sistemas nerviosos interactuando el uno con el otro a la velocidad de la luz. Así es comprensible que en muchas ocasiones se arme la marimorena.
Por eso comprenderte a ti mismo, a tu pareja y tu relación, pasa en primer lugar por entender que, tal y como la evidencia científica sugiere:
Nuestro cerebro no está diseñado para el amor, sino para guerrear y sobrevivir, lo que significa que estamos conectados para ver las amenazas y luchar por el poder.
Como te imaginarás esto va en dirección contraria a estar conectados para el amor. La buena noticia es que esta predisposición se puede revertir para crear una relación afectiva basada en la armonía y la estabilidad, conociendo cómo funciona nuestro cerebro y el de nuestra pareja.
Las 3 claves básicas para ser feliz en pareja.
Al hilo de la participación de nuestro sistema nervioso en la relación de pareja, las personas necesitamos un nivel de activación fisiológica o energía vital adecuados, sin pasarnos por exceso ni por defecto.
A nuestra relación de pareja le pasa lo mismo. Fruto de la interacción, se dan unos niveles de activación que pueden verse como un termostato subiendo o bajando como olas sobre las que cabalgan las emociones, y que necesitamos aprender a regular, si no, nos pasará factura.

Tanto con la hiperestimulación en pareja (como es el caso de las relaciones que llamamos turbulentas) como con la hipoestimulación (véase, una pareja aburrida) nos sentimos incómodos. Por eso el bienestar de una pareja va a depender de la capacidad para regular las subidas y bajadas de tono emocional en pro de un equilibrio, como el ventilador del coche que permite que el motor no se sobrecaliente.
Claves del éxito en un relación de pareja
Ser un experto del otro:
Los compañeros que son expertos en “el otro” saben cómo complacerse y calmarse entre sí. Tu pareja no vino con instrucciones ¿verdad?, pues vuélcate en el sentido de seguridad de tu pareja y no sólo en tu idea de lo que debería ser. Lo que a ti te hace sentir confortable y a salvo quizás no sea lo que tu pareja requiera de ti. Así que tu trabajo es saber lo que importa a tu pareja y cómo hacerla sentir segura. Por supuesto, esto funciona cuando lo hacéis de manera recíproca, si no, se producirá un desequilibrio.
Saber regular al otro:
Las parejas que funcionan son aquellas en las que cada individuo tiene la capacidad de regularse a sí mismo y de co-regularse mutuamente. De esta forma, la pareja puede hacer el amor y no la guerra cuando las partes del cerebro que buscan seguridad se relajan. Y para ello tenemos que aprender a conocer nuestros PRIMITIVOS y los de nuestra pareja, aquellos especializados en percibir una amenaza, disparar y luego averiguar, no me digas que alguna vez no saltas ante un gesto, un suspiro o ese “tonito” de tu pareja. Esto para sobrevivir a una amenaza inminente está muy bien, pero cuando se trata de disparar a nuestra pareja, cometemos muchas estupideces. Como estarás pensando, aprender a actuar de otra forma no es fácil, por eso seguiré contándote en otros artículos mucho más.

Primero es la Relación:
Si te das cuenta, durante todo este artículo he querido dirigir tu atención hacia tu pareja. Te doy la bienvenida a un nuevo paradigma de relación de pareja, tu relación ya no se trata de ti, ni tus necesidades, tampoco de las del otro, tu relación se trata de sí misma. Sí, no es ningún chiste.
Venimos de un modelo de pareja individualista cuyo mensaje sería algo así como: si tu relación no satisface tus necesidades, estás con la persona incorrecta. Tienes derecho a satisfacer tus necesidades, y si eso no sucede debes cambiar de pareja.
Sin embargo, ya sabemos que esto no funciona, sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor y a nosotros mismos en nuestra relación.
En esta nueva narrativa que te propongo el compromiso es con las necesidades de LA RELACIÓN, una tercera realidad de la cual eres responsable, y sólo al priorizar dicha responsabilidad se produce el efecto paradójico de satisfacer tus necesidades de maneras impensables.
Cuando ambos mantienen este enfoque en la relación, se fomenta un clima en el que las dos personas están constantemente presentes el uno para el otro, generando un entorno emocional que desarrolla nuevas vías neuronales teñidas de amor, que reemplazan las antiguas vías tóxicas llenas de sufrimiento.
Es tal la complejidad de cualquier asunto de pareja, que me resulta difícil transmitir en un simple artículo, si quiera una introducción de los conceptos y claves prácticas que seguiré compartiendo contigo en los distintos artículos. Dicho esto, espero que sigamos encontrándonos por aquí y, por supuesto, te animo a que compartas con tu pareja cualquiera de estos contenidos, porque recuerda: no se trata de ti, se trata de VOSOTR@S.
¡Un abrazo fuerte!
8 Comments
Genial y super útil Nerea, me parece muy acertado y ciertamente tendríamos que concienciarnos de la ayuda que representa este asesoramiento que muchas veces tenemos descuidado, ya sea por prejuicios o por desidia, pero que nos aporta mucho más beneficio en el día a día y en nuestra relación personal que muchas de las actividades que hacemos en nuestras rutinas, lo recomiendo a unas cuantas parejas amigas que se que lo van a agradecer y estaré atento al próximo.
Un besazo!!!
Alfonso.
¡Gracias Alfonso! Es cierto que con la inercia y rapidez del día a día se nos olvida priorizar por lo realmente importante. Gracias de nuevo y espero seguir leyéndote por aquí, me hace mucha ilusión.
Otro besazo.
Quiero creer que si estamos diseñados para amar, porque si podemos amarnos a nosotros mismos también podemos amar al prójimo. Lo que puede ocurrir es que nos dejamos llevar por estereotipos de relaciones y si no cumplen expectativas, ya no valen.
Me encanta la idea de contemplar la relación como un tercer ente, entiendo que independiente de las personas que forman parte de la relación aunque cuidada por estas.
Besos,
Hola Isabel, es verdad que aunque nuestro cerebro está diseñado para la supervivencia, como explico en el artículo, hay ciertas partes de él que están especializadas en conectarnos con otros desde la empatía, la colaboración y por supuesto desde el AMOR. De esto es de lo que me gustaría seguir hablando en otros artículos, cómo mediar entre unas y otras partes del cerebro. Así que sí, ¡¡¡HAY ESPERANAZA!!! Un besazo.
Da gusto leer sobre temas tan complejos, y explicarlos de forma tan sencilla, sin olvidar las bases científicas de tus afirmaciones. Me ha encantado! Gracias por regalarnos parte de este conocimiento que tienes. Un abrazo enorme!!!!
¡¡¡Hola Juan!!!! Gracias por tu comentario, no sabes cuánto me alegra que te interese. Por supuesto la ciencia siempre por delante, es lo que hacemos. Espero leerte más veces por aquí. ¡¡¡Un beso muy grande!!!
estaba buscando ayuda urgente para salvar mi relacion, para entendernos entre nosotros y
para llevar la fiesta en paz. entonces me ha servido mucho hallar esta informacion en red que he empezado a estudiar.
solo me queda agradecerles por el valioso contenido que aqui se ve!
#vibras
Hola Rohn!! No sabes cuánto me alegro de que esto te sea útil en este momento, en el que veo que estás indagando, fruto de tu preocupación por tu relación de pareja. Éste es el paradigma del que parto para trabajar en terapia de pareja con las personas que vienen a mi consulta en Alicante. Gracias por tu comentario y por subirte a este carro. Un abrazo!!